
de súbito la puerta profunda del sueño
se franquea en el pecho a una estampida de intrusos
que nos acechan y restallan un grito que se sofoca
y no emerge y no suena y nos pesa
como el crujido de los muertos subiéndose al techo
resquebrajado de la cúpula de nuestras costillas
¿a qué sonarán nuestros huesos resquebrajándose?
¿a qué nuestro pulmón tullido, apelmazado,
ensortijado por los ramajes de sondas
salpicando sus malvas enllaguecidas zarzas
encogido por las tráqueas intubaciones
y su red para atrapar las fístulas parvadas
de úlceras pulgas de bacterias pústulas de virus
mientras nuestro pulmón se agrieta como un odre seco
la parálisis del tiempo y su plaga de espículas
nos orilla a preguntarnos en el confinamiento
cómo sonarán los gritos de los muertos en nuestras pesadillas
de pronto al umbral de la puerta del sueño profundo
nos escurrimos al vacío como fundidos relojes
como antes de Adán
sacudimos el asedio de los depredadores
con las convulsiones del miedo
y las garras aferradas a las altas ramas:
refugio —antes de Adán—
nos asimos al sueño y el hueco del cuenco del cráneo
de donde no emerge el grito no suena
y asfixia y
mientras se dispara hacia dentro del pecho
una implosión: el vértigo
al
c
a
e
r
sin poder despertar ni gritar ni levantarse
ni arrancarse las arañas y sus patas de sonda
arraigadas en la tráquea
[fragmento]
a partir de este poema se hizo un performance o exploración poética sobre la pandemia COVID en la Feria Internacional del Libro del Estado de México 2022, 31 de agosto, con la colaboración de Tania L. Rodríguez P.

versión original publicada en Pliego de Poesía, núm. 114, abril-junio de 2022, es una separata de La Colmena, revista de la Universidad Autónoma del Estado de México.
