Ceguera o cross over swinger antibíblico
Con mis dedos infieles para labrar y pulsar el cincel, quiero tocar el enigma de tu sombra que estela el paño de estas cataratas

quiero palpar el eclipse de mi sangre en tu sangre que no abrió su cauce a mi linaje
como un ciego que vislumbra las revelaciones de la intuición, quiero tactar con la bífida lengua de amante engañado
con la ríspida lengua de gato que aseó todas las grietas de tu superficie de piedra
quiero leer el alto relieve braille de las trepidantes convulsiones que aún sacuden tus huesos bajo el pálido fervor del fuego ajeno
que aún sacude entre tu cabello el tenso enervamiento de mis dedos:
Betsabé

Como un navegante que atisba la eternidad del deseo, cenizo y sepultado me guío por el eco
por las expansivas ondas acústicas de tu estruendo
mientras cruza el sonido por el glaucoma como el titilar enfervecido de la noche en el mapa celeste de la ceguera
mientras caen las lascas al piso –despojadas del cincel que avasallan las cataratas en mis manos
Pero no soy rey ni pertenezco a dinastía divina
Betsabé
Como un ingenuo que vislumbra el misterio y se toca el rostro escrutando un indescifrable gesto,

mi forma de amarte es sencilla y se esconde con tu cabello y su marea de aromas como una bandera ondeada por el viento del estío
entre el tiritar del frío que se estampa en el silencio y un parpadeo
Del blog de Heber Quijano. Hermoso día MÓNICA VELA CUEVAS
Me gustaMe gusta