duro duro el cemento abraza tus huesos / abraza el eco de los gritos / abrasa el rumiar del fuego de este espacio quebrado / es la líquida transparencia de la brizna una larga palabra resquebrajada en la columna de hierro pronunciada en silencio al asfalto

por los rieles y las ballenas cómo escurren tus venas por el viento el diablo / estalla la dulzura de una navaja / lentamente sangra cuervos y les abre camino en medio de la certeza nocturna de la muerte / del colapso / lajas de cemento y alambre y concreto desgajándose como la hondonada en el vacío de la cascada /abismo
traes augurio, tienes olor a cementerio / y teñido en la corbata el formol y el sonido de las sirenas / y mis fosas nasales arden blandiendo el humo
todo el día la luz se niebla / dentro del cristal crispado alrededor del iris / en mi pupila destella el coma
todo el día entre mis venas ardes / suero / pesadilla de la caída / el descenso el abismo / la pólvora encendida, centelleando en el bramar de las turbas
todo aliento es instante oxidado /es sigilo de sombras aterido / he cruzado ese ese umbral umbrío de tus sueños / el vértigo de la resquebrajadura que corta el aire el grito
pero es tanto el cansancio en el reino del nopasanada que a penas nos alcanza el pudor para velar los cuerpos al cubrirles el rostro