A golpes de cometa
se esparce tu mirada
dejando alterada la silueta
con que el viento te delinea
y te atrapa.

Y es el polvo inasible
que arde sobre los rieles
la arqueología perfecta,
la prueba precisa, intacta.
Cruzas entonces, a la deriva,
el millón de años luz
que separa una palabra de otra.
Cruzas deprisa la imagen en silencio
estampando arco iris siderales
y gusanos negros
que se comen la retina y el tiempo.

De pronto, alterada ya la noche en mis pupilas,
la luz se aleja, distante, extrema
y pongo mis manos en el techo
para escuchar el estallido
con que, a golpes de cometa,
se esparce tu mirada.
Poema publicado originalmente bajo el título de «Aurora boreal» en Derroteros del alba (Toluca: UAEMéx, 2007, ganador del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, de la Universidad Autónoma del Estado de México)