Preludio


PRELUDIO

I

Detente.

Suave y pequeña

tiende tu tela de mar

que se bambolea.

Leighton-Flaming-June

Detente

deslízate pequeña y suave

como oruga,

tiéndete seda sobre la seda

y manantial de relámpagos.

Sobre la cera flamígera detente,

está la puerta abierta

y vuelan parvadas de mariposas y gárgolas

—la seda sobre tus hombros—

                      con la orquesta nocturna

                      detenida.

II

Llegas como un huracán de enjambres,

traes metrallas de aguijones

que construyen zodiacos

Toledo

y constelaciones.

Eres luciérnaga de canela

en las noche que mis sábanas

cantan elegías

cansadas de buscar cadáveres.

Llegas rápida tijera

con tus dientes,

tejiendo crucigramas.

Llegas con la serenata de los árboles

y un preludio de batallas

                         ya se oyen las trompetas

                         es el toque de queda:

III

Es la noche.

El vaho se tiñe de alcohol

y la injuria tiene otros nombres

y otros dueños.

Se extiende la noche sobre la ansiedad

y corren torrentes de hormigas ebrias,

llevándome en pausadas tandas.

La sangre se esparce,

el muslo se abre.

Un silencio redondo atraviesa la sala,

no vuela, se mueve,

inmarcesible reptil de horas.

Un puente con vado de pestañas

ilumina los ríos,

las luciérnagas se apagan

y se encienden.

Es la noche.

Hay un ciempiés en mis dedos:

tu cuerpo está plagado,

intoxicado.

Publicado en Derroteros del alba. UAEMex,  Toluca, 2007

Portada

Imágenes de Frederic Leighton, Francisco Toledo y Rafael Navarro

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