I
Debajo de tu piel se me enredan los sortilegios. Ven, desenrédame los nervios de las pesadillas
Debajo de tu piel, no hay un llano en llamas, ni una rama de olivo, ni una constelación de almas en pena. De mí saliste seca y estéril como un desierto sin tentaciones
Debajo de tu piel hay un toque de queda, del que esquivo las somnílocuas balas perdidas que disparas al hablar dormida.
Hay una estampida de cangrejos bullendo como una estampida de marabuntas inundándolo todo como una estampida de pústulas entre las grietas de tu frente
Hay un linaje oculto cuyos nombres cifran las nubes ante la inminencia del granizo
Debajo de tu piel escribo letanía como quien escribe su nombre en la arena
II
¿Acaso hay un lecho de rosas debajo de tu piel encima de mi piel? ¿Acaso tu aroma me brisa la piel desprendiendo los dientes de león de mis manos amputadas?
Siego un trigo debajo de tu piel que sopla al barro de mi pecho hasta inflarlo. Echo a andar entre los ecos de un universo destruido que trina una canción de cuna debajo de tu piel, aunque hay oídos sordos en el hospital
Súbitamente, se suceden los vértigos cuando me asomo debajo de tu piel y me encuentro sospechoso de las palabras de luto que se dicen los iracundos
III
Haré un altar de rosas para recoger todo el rocío del amanecer, aunque se me despelleje el corazón con el viento de tu vientre
Tejeré una hamaca para dormir hasta que tizne la sombra su abrazo siniestro
Dibujaré una ciudad en llamas con su columna de humo vertebral y su festival de estruendos en los ríos más profundos de la rabia y la venganza
debajo de tu piel
IV
Debí usar una caracola para guardar nuestras cenizas y escuchar su eco para no andar ciego como los peregrinos por debajo de tu piel
por los pasillos del hospital
por las ramas de la muerte
Debí aspirar las primeras bocanadas de aire como un recién nacido
Debajo de tu piel hay un abismo del que me desbarranco mientras cuento ovejas en los ríos del suero.
pero por tus grietas se cuelan mis palabras
para escudriñar el secreto de tu sombra, tuve que leer todo tu pasado debajo de tu piel, con las manos: Ven a desatármelas
[con frases de Caifanes, G. Owen, Cuauhtémoc; imágenes: Francisco Mata Rosas, Pedro Meyer, Caifanes
Me gustó hermano, un abrazo!!!
Apenas vengo conociendo tu blog y me parece excelente; seguiré el camino de las líneas que arrastra tu lápiz para conocer una nueva expresión y enfoque literario.
Saludos
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Muchas gracias hermano, ojalá lo disfrutes, hay de todo y para todos. Un abrazo
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